Revolcadores (Murcia)

viernes, 12 de junio de 2015

Techo de Valencia: Alto de las Barracas (1.837 m)




Datos técnicos:
Nombre de la ruta: PR-CV 131.8 Alto de las Barracas.
Municipio: Puebla de San Miguel.
Provincia: Valencia.
Techo provincial: Alto de las Barracas (1.837 m).
Distancia: 22,3 kilómetros.
Tiempo total: 7h 49’.
Tiempo en movimiento: 5h 28’.
Tiempo detenido: 2h 21’.
Desnivel positivo: 938 m.
Altitud mínima: 1.086 m (Ermita de San Roque).
Altitud máxima: 1.837 m (Alto de las Barracas).
Tipo: circular.
Señalización: Toda la ruta se encuentra señalizada con las marcas blancas y amarillas de sendero PR. Solamente hay un pequeño tramo hasta el vértice geodésico sin marcas.
Dificultad: Media.
Cartografía: Mapa Topográfico 1:25.000 613-III Puebla de San Miguel.
Fecha: 03 de abril de 2015.

Descripción:




El punto más elevado de la provincia de Valencia, y también de toda la Comunidad Valenciana, se encuentra en la comarca del Rincón de Ademuz. Se trata del Alto de las Barracas, más conocido, y de forma errónea, como el Cerro Calderón. Este falso topónimo se ha popularizado entre la comunidad senderista de manera que ha eclipsado al nombre original. Un error cartográfico de principios del siglo XX pudo ser el desencadenante de este caso. Así pues, y en pro de una descripción más rigurosa, solamente usaremos Alto de las Barracas para denominar al techo valenciano, con el deseo que el topónimo Cerro Calderón vaya cayendo en desuso.

El Rincón de Ademuz es una comarca peculiar por su ubicación. Se trata de un exclave de la Comunidad Valenciana, es decir, que se encuentra separada de la provincia de Valencia mientras que linda con las de Cuenca y Teruel. El terreno es montañoso y abrupto, surcado por las aguas del río Turia y sus afluentes el Ebrón y el Bohilgues. Un lugar idóneo para la práctica del senderismo.

El Alto de las Barracas se localiza en la parte más oriental de la comarca, concretamente en el término de Puebla de San Miguel. El vértice geodésico se encuentra en lo alto de una aplanada loma compartida con la vecina Aragón. Esta montaña pertenece al Sistema Ibérico, y más concretamente a la Sierra de Javalambre, que se extiende por la parte más meridional de la provincia de Teruel y por esta parte de la de Valencia.

El valor natural del municipio de Puebla de San Miguel es tan elevado que todo su término está declarado como Parque Natural (DECRETO 81/2007, de 25 de mayo, del Consell, de declaración del Parque Natural de Puebla de San Miguel). Las características orográficas y climáticas, unidas a la escasa presión del hombre, han originado un paisaje único donde se ha desarrollado uno de los mejores bosques de sabina albar (Juniperus thurifera) a escala mundial. Árbol de crecimiento lento y muy longevo, es una especie que se puede encontrar en la Península Ibérica, en el norte de Marruecos y en algunas zonas de los Alpes. Los ejemplares del Parque Natural, conocidos como Las Blancas, constituyen un conjunto monumental milenario que deja asombrado al visitante.

La ruta para alcanzar este techo provincial es un sendero homologado: el PR-CV 131.8 Alto de las Barracas. La longitud completa del sendero es de cerca de 38 kilómetros, que parte desde Casas Bajas, pasa por Sega y finaliza en Mas del Olmo. Sin embargo, nosotros, como casi todos los que vienen a hacerla, realizamos la parte circular que sale de Puebla de San Miguel, con algo más de 22 kilómetros, en el sentido de las agujas del reloj. Al tratarse de un sendero homologado, el seguimiento es fácil gracias a las marcas blancas y amarillas que encontramos a lo largo de todo el recorrido. Tan solo haremos un pequeño tramo sin señalizar desde el Collado del Buey hasta el vértice geodésico.

Tras aparcar los coches en Puebla de San Miguel, salimos caminando de la población por la carretera CV-363 dirección a Mas del Olmo. Unos 500 metros nada más salir, a la derecha de la carretera, encontramos la ermita de San Roque, edificio religioso del siglo XVI del cual nos llama la atención el porche delantero, con tejado a dos aguas, sustentado por cuatro columnas. Unos metros más adelante, en la curva de la carretera, tomamos el camino ascendente de tierra a la derecha. Poca confusión ofrece el camino ya que seguiremos por él un buen rato.


Transcurridos 2,2 kilómetros desde que salimos nos encontramos junto al camino el pilón o casilicio de La Santica. Estos pilones son elementos característicos del patrimonio de esta zona, localizados junto a caminos y sendas tradicionales que comunicaban Puebla de San Miguel con otras zonas. Los casilicios son pilares de obra, realizados con piedra y mortero, que cuentan con una hornacina en la parte superior dedicada a un santo, y cubierto por un tejadillo. Su función era la de proteger a los viandantes en sus trayectos. Estos pilones han sido restaurados hace pocos años dentro del marco del Parque Natural con la colaboración de los vecinos de la localidad. El pilón de la Santica está dedicado a la Virgen de la Cueva Santa.


Continuamos por el camino, en todo momento ascendente pero sin una pendiente pronunciada. En el kilómetro 4,5 de la ruta llegamos a un cruce. Seguiremos a la derecha, dirección al Pico Gavilán, y pasaremos junto a la Fuente de la Canaleja. En este tramo el camino adquiere mayor pendiente y se encuentra hormigonado para facilitar el paso de los vehículos. De la vegetación arbórea que nos acompaña destacan los pinos, principalmente de dos especies: el pino negro (Pinus nigra) y el pino albar (Pinus silvestrys). A medida que nos acercamos al Corral del Vizco comenzamos a ver algunos ejemplares de sabina de envergadura considerable. Y es junto al corral donde hacemos una parada para almorzar ya que en este punto nos hemos quitado gran parte de la subida.


Después de retomar fuerzas proseguimos la marcha por la senda del Vizco. Junto al borde del camino nos llama la atención una planta abundante a lo largo del trayecto. Se trata del eléboro fétido (Helleborus foetidus), muy venenosa y que, como se puede leer en un cartel informativo, fue usada durante la Edad Media por los ballesteros para impregnar las puntas de las flechas con su jugo, razón por la que también se la conoce como planta de los ballesteros.


Más adelante encontraremos hasta un par de bifurcaciones. Nosotros continuaremos siguiendo las marcas del sendero, dejando el Pico Gavilán a nuestra izquierda y rodeando la cabecera del barranco de la Hoz. A partir de este tramo, el camino se vuelve más llano y el paisaje cambia. A nuestra izquierda una loma aplanada, el Alto de las Barracas, muy cerca ya. Y por todas partes, a medida que nos aproximamos al Collado del Buey, la sabina rastrera (Juniperus sabina) crece en el suelo pedregoso a modo de manchas circulares dando lugar así a un paisaje que recibe el nombre de piel de leopardo.


Al alcanzar el poste con señales en el Collado del Buey tendremos que continuar unos metros rectos por el camino y después desviarnos hacia la izquierda. A partir de aquí ya no veremos las marcas del PR, pero tampoco hacen falta ya que el sendero está claro y definido, y nuestro objetivo, el vértice geodésico, ya se divisa. Este sendero transcurre por el límite entre las tierras valencianas y las aragonesas, junto a espectaculares ejemplares de pino. En pocos minutos alcanzamos nuestro objetivo: el Alto de las Barracas (1.837 m). El día soleado y totalmente despejado nos permite disfrutar del paisaje, especialmente de la cercana Sierra de Javalambre frente a nosotros.


Regresamos al collado y de ahí nos acercamos al refugio. El camino que debemos seguir nos lo indicaba el poste que se encuentra en el collado, hacia el Sur, por el barranco, dirección Puebla de San Miguel y las Blancas. Primero por el mismo lecho del cauce de este pequeño barranco en su tramo de cabecera hasta alcanzar una fuente con su abrevadero, y después nos iremos separando del barranco, por la senda, dejándolo a nuestra izquierda. Pero no lo abandonamos definitivamente pues más abajo volvemos a unirnos a él durante un pequeño tramo. Nos iremos separando del barranco del Saladillo, dejándolo ahora a la derecha, para continuar por un sendero entre pinos por la ladera.


Al alcanzar el camino, la ruta se vuelve llana y después descendente. El pinar da paso a un formidable sabinar de sabinas blancas (Juniperus thurifera). El camino lo abandonamos hacia la derecha para seguir por senda y poder visitar el conjunto monumental de sabinas conocido como Las Blancas. A la llegada encontramos otra fuente con abrevadero y al lado, con un porte majestuoso, tres ejemplares de sabina con un tamaño y edad muy superiores a las de su alrededor. Ocho siglos son los que han vivido en escondido rincón.


Continuamos la senda no sin antes echar alguna mirada atrás a estas joyas de la naturaleza. Más adelante enlazamos con el camino del que nos habíamos separado para visitar las Blancas y seguimos por él, descendiendo. Tras una gran curva nos vamos aproximando al Corral del Madrero y, poco antes de alcanzarlo, nos desviamos del camino hacia la derecha por una senda junto al barranco del Chorro. Desde aquí poco nos queda de camino para concluir la jornada.


  
Pasaremos junto a la restaurada Fuente del Javandal y seguiremos por el camino, que irá girando hacia el Noroeste para mostrarnos una magnífica panorámica de Puebla de San Miguel. Junto a este antiguo camino de Arcos de las Salinas veremos el pilón del Javandal, dedicado a San Miguel, cuya función, como ya se ha comentado anteriormente, era la de proteger a las personas que pasaban por aquí.


Bajamos por el camino hasta enlazar con la carretera. A la izquierda se puede ver la ermita de la Purísima. Nosotros continuamos recto hacia el pueblo que alcanzamos en un par de minutos. Nuestro destino final la Plaza de San Miguel, junto a la iglesia.

2 comentarios:

  1. Hola Jesús.
    Muy buena crónica y muy buen ''apunte'' de la cima mas alta de la Comunidad Valenciana,trataremos de ir ''reconduciendo'' el nombre....jejeje...
    Saludos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Juane, muchas gracias...
      A veces somos nosotros quienes vamos cambiando el nombre de los sitios y la difusión por internet tiene un amplio alcance. Gracias a un interesantísimo artículo sobre la toponimia del Rincón de Ademuz me aclaró el verdadero nombre de este sitio.
      Y otras publicaciones me ayudaron a completar detalles de vegetación y patrimonio.
      Cada día me gusta más esta afición que tenemos.

      Eliminar