Datos técnicos:
Nombre de la ruta: PR-CV 131.8 Alto de las Barracas.
Municipio: Puebla de San Miguel.
Provincia: Valencia.
Techo provincial: Alto de las Barracas (1.837 m).
Distancia: 22,3 kilómetros.
Tiempo total: 7h 49’.
Tiempo en movimiento: 5h 28’.
Tiempo detenido: 2h 21’.
Desnivel positivo: 938 m.
Altitud mínima: 1.086 m (Ermita de San Roque).
Altitud máxima: 1.837 m (Alto de las Barracas).
Tipo: circular.
Señalización: Toda la ruta se encuentra señalizada con las marcas
blancas y amarillas de sendero PR. Solamente hay un pequeño tramo hasta el
vértice geodésico sin marcas.
Dificultad: Media.
Cartografía: Mapa Topográfico 1:25.000 613-III Puebla de San Miguel.
Fecha: 03 de abril de 2015.
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Descripción:
El punto más
elevado de la provincia de Valencia, y también de toda la Comunidad Valenciana,
se encuentra en la comarca del Rincón de Ademuz. Se trata del Alto de las Barracas, más conocido, y
de forma errónea, como el Cerro Calderón. Este falso topónimo se ha
popularizado entre la comunidad senderista de manera que ha eclipsado al nombre
original. Un error cartográfico de principios del siglo XX pudo ser el
desencadenante de este caso. Así pues, y en pro de una descripción más rigurosa,
solamente usaremos Alto de las Barracas para denominar al techo valenciano, con
el deseo que el topónimo Cerro Calderón vaya cayendo en desuso.
El Rincón de
Ademuz es una comarca peculiar por su ubicación. Se trata de un exclave de la
Comunidad Valenciana, es decir, que se encuentra separada de la provincia de
Valencia mientras que linda con las de Cuenca y Teruel. El terreno es montañoso
y abrupto, surcado por las aguas del río Turia y sus afluentes el Ebrón y el
Bohilgues. Un lugar idóneo para la práctica del senderismo.
El Alto de
las Barracas se localiza en la parte más oriental de la comarca, concretamente
en el término de Puebla de San Miguel. El vértice geodésico se encuentra en lo
alto de una aplanada loma compartida con la vecina Aragón. Esta montaña
pertenece al Sistema Ibérico, y más concretamente a la Sierra de Javalambre,
que se extiende por la parte más meridional de la provincia de Teruel y por
esta parte de la de Valencia.
El valor
natural del municipio de Puebla de San Miguel es tan elevado que todo su
término está declarado como Parque Natural (DECRETO
81/2007, de 25 de mayo, del Consell, de declaración del Parque Natural de
Puebla de San Miguel). Las características orográficas y climáticas, unidas
a la escasa presión del hombre, han originado un paisaje único donde se ha
desarrollado uno de los mejores bosques de sabina albar (Juniperus thurifera) a escala mundial. Árbol de crecimiento lento y
muy longevo, es una especie que se puede encontrar en la Península Ibérica, en
el norte de Marruecos y en algunas zonas de los Alpes. Los ejemplares del
Parque Natural, conocidos como Las
Blancas, constituyen un conjunto monumental milenario que deja asombrado al
visitante.
La ruta para
alcanzar este techo provincial es un sendero homologado: el PR-CV 131.8 Alto de
las Barracas. La longitud completa del sendero es de cerca de 38 kilómetros,
que parte desde Casas Bajas, pasa por Sega y finaliza en Mas del Olmo. Sin
embargo, nosotros, como casi todos los que vienen a hacerla, realizamos la
parte circular que sale de Puebla de San Miguel, con algo más de 22 kilómetros,
en el sentido de las agujas del reloj. Al tratarse de un sendero homologado, el
seguimiento es fácil gracias a las marcas blancas y amarillas que encontramos a
lo largo de todo el recorrido. Tan solo haremos un pequeño tramo sin señalizar
desde el Collado del Buey hasta el vértice geodésico.
Tras aparcar
los coches en Puebla de San Miguel, salimos caminando de la población por la
carretera CV-363 dirección a Mas del Olmo. Unos 500 metros nada más salir, a la
derecha de la carretera, encontramos la ermita
de San Roque, edificio religioso del siglo XVI del cual nos llama la
atención el porche delantero, con tejado a dos aguas, sustentado por cuatro
columnas. Unos metros más adelante, en la curva de la carretera, tomamos el
camino ascendente de tierra a la derecha. Poca confusión ofrece el camino ya
que seguiremos por él un buen rato.
Transcurridos
2,2 kilómetros desde que salimos nos encontramos junto al camino el pilón o
casilicio de La Santica. Estos
pilones son elementos característicos del patrimonio de esta zona, localizados
junto a caminos y sendas tradicionales que comunicaban Puebla de San Miguel con
otras zonas. Los casilicios son pilares de obra, realizados con piedra y
mortero, que cuentan con una hornacina en la parte superior dedicada a un
santo, y cubierto por un tejadillo. Su función era la de proteger a los
viandantes en sus trayectos. Estos pilones han sido restaurados hace pocos años
dentro del marco del Parque Natural con la colaboración de los vecinos de la
localidad. El pilón de la Santica está dedicado a la Virgen de la Cueva Santa.
Continuamos
por el camino, en todo momento ascendente pero sin una pendiente pronunciada. En
el kilómetro 4,5 de la ruta llegamos a un cruce. Seguiremos a la derecha,
dirección al Pico Gavilán, y pasaremos junto a la Fuente de la Canaleja. En este tramo el camino adquiere mayor
pendiente y se encuentra hormigonado para facilitar el paso de los vehículos. De
la vegetación arbórea que nos acompaña destacan los pinos, principalmente de
dos especies: el pino negro (Pinus nigra)
y el pino albar (Pinus silvestrys). A
medida que nos acercamos al Corral del
Vizco comenzamos a ver algunos ejemplares de sabina de envergadura
considerable. Y es junto al corral donde hacemos una parada para almorzar ya
que en este punto nos hemos quitado gran parte de la subida.
Después de
retomar fuerzas proseguimos la marcha por la senda del Vizco. Junto al borde del camino nos llama la atención
una planta abundante a lo largo del trayecto. Se trata del eléboro fétido (Helleborus foetidus), muy venenosa y
que, como se puede leer en un cartel informativo, fue usada durante la Edad
Media por los ballesteros para impregnar las puntas de las flechas con su jugo,
razón por la que también se la conoce como planta de los ballesteros.
Más adelante
encontraremos hasta un par de bifurcaciones. Nosotros continuaremos siguiendo
las marcas del sendero, dejando el Pico Gavilán a nuestra izquierda y rodeando
la cabecera del barranco de la Hoz. A partir de este tramo, el camino se vuelve
más llano y el paisaje cambia. A nuestra izquierda una loma aplanada, el Alto
de las Barracas, muy cerca ya. Y por todas partes, a medida que nos aproximamos
al Collado del Buey, la sabina
rastrera (Juniperus sabina) crece en
el suelo pedregoso a modo de manchas circulares dando lugar así a un paisaje
que recibe el nombre de piel de leopardo.
Al alcanzar
el poste con señales en el Collado del Buey tendremos que continuar unos metros
rectos por el camino y después desviarnos hacia la izquierda. A partir de aquí
ya no veremos las marcas del PR, pero tampoco hacen falta ya que el sendero
está claro y definido, y nuestro objetivo, el vértice geodésico, ya se divisa.
Este sendero transcurre por el límite entre las tierras valencianas y las
aragonesas, junto a espectaculares ejemplares de pino. En pocos minutos
alcanzamos nuestro objetivo: el Alto de
las Barracas (1.837 m). El día soleado y totalmente despejado nos permite
disfrutar del paisaje, especialmente de la cercana Sierra de Javalambre frente
a nosotros.
Regresamos al
collado y de ahí nos acercamos al refugio.
El camino que debemos seguir nos lo indicaba el poste que se encuentra en el
collado, hacia el Sur, por el barranco, dirección Puebla de San Miguel y las
Blancas. Primero por el mismo lecho del cauce de este pequeño barranco en su
tramo de cabecera hasta alcanzar una fuente con su abrevadero, y después nos
iremos separando del barranco, por la senda, dejándolo a nuestra izquierda.
Pero no lo abandonamos definitivamente pues más abajo volvemos a unirnos a él
durante un pequeño tramo. Nos iremos separando del barranco del Saladillo,
dejándolo ahora a la derecha, para continuar por un sendero entre pinos por la
ladera.
Al alcanzar
el camino, la ruta se vuelve llana y después descendente. El pinar da paso a un
formidable sabinar de sabinas blancas (Juniperus
thurifera). El camino lo abandonamos hacia la derecha para seguir por senda
y poder visitar el conjunto monumental de sabinas conocido como Las Blancas. A la llegada encontramos
otra fuente con abrevadero y al lado, con un porte majestuoso, tres ejemplares
de sabina con un tamaño y edad muy superiores a las de su alrededor. Ocho
siglos son los que han vivido en escondido rincón.
Continuamos la senda no sin antes echar alguna mirada atrás a estas joyas de la naturaleza. Más adelante enlazamos con el camino del que nos habíamos separado para visitar las Blancas y seguimos por él, descendiendo. Tras una gran curva nos vamos aproximando al Corral del Madrero y, poco antes de alcanzarlo, nos desviamos del camino hacia la derecha por una senda junto al barranco del Chorro. Desde aquí poco nos queda de camino para concluir la jornada.
Pasaremos
junto a la restaurada Fuente del
Javandal y seguiremos por el camino, que irá girando hacia el Noroeste para
mostrarnos una magnífica panorámica de Puebla de San Miguel. Junto a este
antiguo camino de Arcos de las Salinas veremos el pilón del Javandal, dedicado a San Miguel, cuya función, como ya se
ha comentado anteriormente, era la de proteger a las personas que pasaban por
aquí.
Bajamos por
el camino hasta enlazar con la carretera. A la izquierda se puede ver la ermita
de la Purísima. Nosotros continuamos recto hacia el pueblo que alcanzamos en un
par de minutos. Nuestro destino final la Plaza de San Miguel, junto a la
iglesia.
Hola Jesús.
ResponderEliminarMuy buena crónica y muy buen ''apunte'' de la cima mas alta de la Comunidad Valenciana,trataremos de ir ''reconduciendo'' el nombre....jejeje...
Saludos...
Hola Juane, muchas gracias...
EliminarA veces somos nosotros quienes vamos cambiando el nombre de los sitios y la difusión por internet tiene un amplio alcance. Gracias a un interesantísimo artículo sobre la toponimia del Rincón de Ademuz me aclaró el verdadero nombre de este sitio.
Y otras publicaciones me ayudaron a completar detalles de vegetación y patrimonio.
Cada día me gusta más esta afición que tenemos.