Datos técnicos:
Nombre de la ruta: Los Odres – Obispo - Revolcadores.
Municipio: Aldea de los Odres (Moratalla).
Provincia: Murcia.
Techo provincial: Obispo (2.014 m).
Distancia: 13,40 kilómetros.
Tiempo total: 5h 26’.
Tiempo en movimiento: 4h 13’.
Tiempo detenido: 1h 13’.
Desnivel positivo: 978 m.
Altitud mínima: 1.343 m (aldea de Los Odres).
Altitud máxima: 2.014 m (vértice geodésico Obispo).
Tipo: circular.
Señalización: No. Una parte de la ruta coincide con un tramo de
sendero marcado como PR.
Dificultad: Media-alta, por el desnivel y la ausencia de senderos
señalizados en ciertos tramos.
Cartografía: Mapa Topográfico 1:25.000 909-IV Cañada de la Cruz.
Fecha: 23 de noviembre de 2014.
Descripción:
La mayor cota
de la provincia de Murcia se encuentra en su parte noroccidental, en el término
de Moratalla, muy cerca del límite con la provincia de Albacete. Es el pico
Obispo, con sus 2.014 metros de altitud, el lugar murciano con mayor altitud.
Su vértice geodésico corona el Macizo de Revolcadores, también conocido con los
nombres de Sierra Seca o Sierra de Moratalla como aparece en los mapas
cartográficos. Hasta hace unos años, el vértice geodésico Revolcadores figuraba
como la mayor cota de la región de Murcia, pero con las nuevas mediciones este
pico ha quedado en segundo lugar, con sus 1.999 metros de altitud.
Este conjunto
montañoso, que pertenece al Sistema
Bético, está formado principalmente de calizas y dolomías. El Macizo de
Revolcadores se caracteriza por unas cumbres amesetadas y unas laderas con
fuertes pendientes. Sobre el suelo, de escaso desarrollo, ha crecido una
comunidad vegetal propia de los pisos bioclimáticos Supramediterráneo y
Oromediterráneo, pisos de montaña y alta montaña con unas temperaturas y
precipitaciones características. Algunas de las especies más representativas de
esta sierra son el pino laricio (Pinus
nigra subsp. clusiana), la
carrasca (Quercus rotundifolia) y las
sabinas negral (Juniperus phoenicea)
y albar (Juniperus thurifera).
También se encuentra muy extendido el cojín de monja (Erinacea anthyllis), especie característica de lugares montañosos a
partir de los 1.000 metros de altitud y con predominio de caliza o dolomía.
Debido a la
riqueza natural de la sierra, casi 3.500 hectáreas de su superficie se
encuentran declaradas como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC Revolcadores) con un
aprovechamiento principalmente forestal y en menor medida agrícola.
Los núcleos
urbanos más próximos para realizar la subida al Obispo son las aldeas
moratalleras de Inazares, Cañada de la Cruz y Los Odres. Nosotros nos
decantamos por esta última para iniciar la ruta. Aparcamos a junto a Los Odres ya que a la entrada un cartel
indica la prohibición de circular excepto a residentes. Comenzamos la andadura
caminando por la calle principal de esta pequeña pedanía y pronto la
abandonamos con dirección Noreste. Finaliza el camino en la parte más baja de
la falda meridional del pico Los Odres, y a partir de ahí, sin una senda clara,
ascendemos rápidamente, en altitud y no tanto en tiempo, hacia este primer
vértice geodésico. A pesar de la ausencia de un sendero definido, se camina sin
problemas ya que el terreno y la vegetación no son complicados.
Al poco de
pasar los dos kilómetros desde el inicio de la ruta, alcanzamos una cresta por
la que caminamos hasta el primer pico: Los
Odres (1.878 m). Escasa vegetación y suelo rocoso en la parte alta donde
podemos disfrutar de unas vistas amplias hacia todas partes. Hacia el Norte se
divisa la aldea de Inazares rodeada de montañas por todas partes menos hacia el
sudeste. La niebla, el viento y el frío nos animan a que no estar parados mucho
tiempo.
Tomamos
dirección Noroeste. Descendemos desde el vértice geodésico hacia el Collado del Pino Gordo por la parte de
la umbría, donde hay una mayor presencia forestal. En la bajada apreciamos como
de muchas ramas de los pinos cuelga el muérdago (Viscum album) cargado de sus bayas de color blanquecino. Una vez en
el collado seguimos con la misma dirección Noroeste y comenzamos a subir, por
la ladera de la solana, por un suelo rocoso salpicado de cojín de monja y
algunos pinos. Antes de alcanzar el Majal
de la Sima, tramo en el que llanearemos, enlazamos con un sendero marcado
como PR (marcas blancas y amarillas).
Continuar por
el sendero se hace mucho más fácil siguiendo las marcas pintadas en las rocas y
árboles, o los hitos de piedras colocadas junto a la senda. Desde el Majal de la Sima ya se ve el pico Obispo
hacia el que nos dirigimos. Tras llanear un pequeño tramo emprendemos el último
repecho hacia el techo provincial, rodeados de un pinar algo más denso. Sin
perder las marcas ascendemos hasta los 2.014
metros de altitud en el vértice geodésico Obispo.
Tras
deleitarnos un rato con las vistas y la emoción de haber subido a este pico,
reanudamos la marcha hacia el tercer vértice geodésico visible desde el Obispo,
del cual dista unos 580 metros en línea recta. Y con esa misma trayectoria
rectilínea caminamos por la cumbre de esta montaña. A mitad camino entre los
vértices nos encontramos con la boca de una sima, en este caso rellenada por tierra y rocas. Es uno de los
ejemplos de los procesos kársticos que se producen en la roca calcárea y que
son muy frecuentes en el Macizo de Revolcadores. De manera generalizada, por la
superficie rocosa vamos a poder contemplar y caminar sobre otra forma de origen
kárstico conocida como lapiaz, que son los surcos o acanaladuras que se
producen en la roca calcárea debido a su disolución superficial por el agua de
lluvia.
Continuamos y
dejamos a nuestra izquierda la cabecera del barranco por el que regresaremos.
En pocos minutos alcanzamos el vértice geodésico Revolcadores (1.999 m),
lugar que aprovechamos para hacer unas cuantas fotografías ya que la niebla ha
desaparecido y brilla el Sol. Desde aquí tomamos dirección Este para descender
al lecho del barranco. Una rápida bajada con algo de piedra suelta y una
pendiente considerable nos conduce hasta una senda definida y marcada con hitos
de piedra.
Seguiremos
sin confusión alguna durante tres kilómetros y medio por la senda del cauce del
barranco, una fantástica senda rodeada de una abundante vegetación y sin
dificultad. Solamente encontraremos un par de pequeños y fáciles destrepes a lo
largo de este tramo. A medida que vamos descendiendo el barranco se va abriendo
poco a poco. Nos encontramos con un dique
de contención o laminación de avenidas, que sorteamos por un lado, y seguimos
por el cauce del barranco, mucho más arenoso. Abandonamos el barranco por un
camino que sale de su cauce, camino que entre los campos de cultivo de secano
nos conduce hasta la aldea de Los Odres, la cual cruzamos hasta alcanzar el
lugar donde estacionamos.