PR-CV 293 Ruta íbera (Camporrobles)

DATOS TÉCNICOS:

Nombre: PR-CV 293 Ruta íbera.
Municipio: Camporrobles.
Distancia: 7,86 kms.
Duración: 3 h.
Desnivel acumulado: 330 m.
Altitud mínima: 895 m.
Altitud máxima: 1.131 m.
Fecha: 03 de junio de 2013.
Track:  pincha aquí para descargar

ACCESO AL INICIO DE LA RUTA:

Camporrobles se encuentra a unos 100 kilómetros de Valencia, y se tarda una hora aproximadamente. El recorrido es relativamente sencillo.  Desde Valencia, se parte por la A-3 dirección Madrid, para abandonarla por la salida 275 Utiel (oeste). Tras callejear por Utiel por las calles  Héroes de Tollo, Magro, Alameda y García Berlanga, nos incorporamos a la carretera CV-470. Esta carretera nos conducirá, pasando por las aldeas de Los Corrales y Las Cuevas, hasta Camporrobles. A la entrada del municipio, observaremos un cartel, junto al área de acampada la Balsa, donde comienza la ruta.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

El término de Camporrobles tiene una superficie relativamente llana, interrumpida por relieves como el cerro Cardete (1.129 m) al Este, el cerro Pelado (1.025 m) al Sur y el Molón (1.128 m) al Norte. Es en este último relieve, perteneciente a las estribaciones más meridionales de la Sierra de Mira, por donde transcurre el sendero PR-CV 293. La parte más elevada del Molón presenta una forma aplanada, amesetada, superficie idónea para el asentamiento de culturas pre-romanas que encontraron aquí unas inmejorables defensas naturales.

La ruta transcurre por el Parque Arqueológico del Molón donde, además de los indudables valores históricos y arqueológicos, se puede disfrutar de un espacio medioambiental de especial valor tanto por su singularidad botánica como por su diversidad de avifauna, características por las que ya en el año 2000 se declaró una microrreserva de tres hectáreas de superficie.

 

En la historia de este yacimiento son claves dos momentos históricos en los que se ha constatado la ocupación del lugar de manera estable por dos culturas que han dejado sus huellas en forma de restos y estructuras. La primera ocupación tiene lugar en la Edad del Hierro, entre los siglos VII y I antes de Cristo, y se corresponde con la ocupación ibérica del Molón. Posteriormente, queda despoblado con los romanos para volver a ser ocupado, por la cultura islámica, de manera permanente durante los siglos VIII al X. A partir del siglo XI se abandona completamente. Es en el siglo pasado cuando se aprovecha agrícolamente afectando a las estructuras que quedaban.

Comenzamos la ruta junto al acceso al área de acampada de la Balsa, a la entrada a la población por la carretera CV-470 donde se encuentra el cartel informativo del sendero. Continuamos por la carretera o Calle Utiel para desviarnos hacia la derecha por la Calle Cementerio. Ya encarados hacia el Molón continuamos por el camino siguiendo las marcas dirección Norte. El camino se vuelve senda y pronto alcanzamos el área recreativa de la fuente del Molón, fuente que antiguamente fue una cueva santuario. Junto al área recreativa nos encontramos el Centro de Interpretación del Parque Temático Arqueológico junto a la puerta del cual nos encontramos una representación de una falcata ibérica.

 

Seguimos las indicaciones del sendero no sin antes hacer una breve parada para contemplar una de las esculturas totémicas distribuidas por toda la comarca, y que se encuentra cerca del centro de interpretación, en este caso se trata del Tótem Ofrenda. Bordeamos la parte sur-meridional del Molón por un camino desde el que podemos observar una antigua calera para la producción de cal, del que nos desviamos un momento para observar esta construcción pétrea. Volvemos al sendero y continuamos ascendiendo. Unos postes nos indican que estamos en la microrreserva de flora del Molón en la que destacan los ejemplares de sabina negral (Juniperus phoenicea), y otras plantas de especial interés como la lengua de ciervo (Phyllitis scolopendrium).

Alcanzamos el acceso al yacimiento y nos encontramos uno de los paneles explicativos junto a un orificio vallado. Se trata de una cisterna conocida con el nombre de Pozo de los Moros, realizada a partir de un orificio natural. Continuamos y llegamos a la entrada donde podemos observar, en la roca del suelo, las marcas que dejó el tránsito de los carros. A partir de aquí, la visita al yacimiento se realiza con la lectura de los carteles y la interpretación de los restos, destacando el lienzo de la muralla y las cisternas de origen pre-romano, y la mezquita de origen islámico.

 

En lo alto del Molón encontramos una caseta de obra que se construyó durante la Guerra Civil como observatorio del aeródromo de Camporrobles. Desde ese punto, las vistas hacia la población y su entorno son inmejorables.

 

Después de la visita a este parque arqueológico, regresamos al camino y proseguimos hacia el Nordeste dirección al Picarcho, punto más septentrional de la ruta. Se trata de un conjunto de rocas calizas con formas singulares desde donde también se obtienen amplias vistas panorámicas hasta del conjunto arqueológico del Molón.

El descenso se realiza a través de un pequeño collado por la parte oriental de la montaña siguiendo un pequeño sendero que nos conduce hasta un corral de ganado en buen estado.  Poca distancia tomamos el camino que nos conduce hasta la carretera CV-470, muy cerca del lugar donde iniciamos la ruta y donde la damos por finalizada.