Revolcadores (Murcia)

Barranco de la Hoz (Chera)


DATOS TÉCNICOS:

Nombre: Barranco de la Hoz.
Municipio: Chera y Sot de Chera.
Distancia: 15,69 kms.
Duración: 6 horas.
Desnivel acumulado: 707 m.
Altitud mínima: 445 m.
Altitud máxima: 890 m.
Fecha: 18 de marzo de 2013.

ACCESO AL INICIO DE LA RUTA:

Para llegar a Chera, desde Valencia, hay que tomar la A-3 dirección Madrid y abandonarla por la salida 289 (Requena norte -Villar del Arzobispo - Chera - Villar de Olmos). En la rotonda tomar la primera salida por la carretera CV-395 que nos conducirá, tras 18 kilómetros, hasta la población de Chera.

El inicio de la ruta se realiza en la casa del pantano, junto a la presa, a la que se accede cruzando Chera y continuando por la carretera dirección Sot de Chera durante unos cuatro kilómetros. El desvío hasta el pantano se encuentra señalizado y es fácil llegar.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:




La ruta del barranco de la Hoz transcurre por el único Parque Geológico de la Comunidad Valenciana, inaugurado en 1999, debido a la gran importancia geológica de la zona, protagonizada por la gran fosa tectónica de Chera, una gran depresión alargada originada durante el Plegamiento Alpino hace 65 millones de años. Debido a la gran diversidad geológica y geomorfológica presente fue, además de Parque Geológico, declarado Parque Natural de Chera - Sot de Chera en 2007 por la Generalitat Valenciana.
En este entorno predominantemente calcáreo, los cursos fluviales han labrado sus peculiares caminos dando lugar, como es el caso del barranco de la Hoz, a estrechos congostos con formas espectaculares.
Iniciamos la ruta en la casa del pantano y nos dirigimos a la presa de Buseo, construcción finalizada en 1915 con finalidad agrícola, aunque en la actualidad ha quedado como un elemento paisajístico, medioambiental y turístico. Almacena las aguas del río Reatillo gracias a una construcción de sillería de 40 metros de altura en el estrecho desfiladero del Tormagal, que permite la acumulación de 7,5 Hm3 de agua. Es el pantano más antiguo de la cuenca del río Turia.
Cruzamos la presa e inmediatamente nos encontramos con la bifurcación del sendero. Giramos a la izquierda para hacer la ruta en el sentido de las agujas del reloj. El sendero comienza a aumentar de desnivel coincidiendo con una vía pecuaria: el cordel de la ceja del Mas del Pinar. Pasamos junto a las ruinas de lo que antaño fueron dos corrales (el corral de la Solana y el corral del Tío Isidoro) y llegamos a uno de los tramos más espectaculares del recorrido, al cortado del barranco de la Hoz. Este tramo transcurre junto al escarpado borde del margen derecho del barranco, y nos ofrece unas vistas increíbles tanto del propio barranco como del embalse y los picos más elevados de la zona. Continuamos por este antiguo camino de ganados junto al cortado y pronto divisamos el Risco del Fraile, majestuoso monolito calcáreo en el interior del barranco.





El sendero pronto se va separando del cortado para conducirnos al camino de la Hoz por el que seguiremos, ya dentro del término municipal de Sot de Chera, durante 1,8 kilómetros. Nos desviaremos a la derecha por una senda poco definida en su entrada que nos permite cruzar la parte alta del barranco de la Hoz y enlazar con el camino del Palancar, de nuevo en el término municipal de Chera. Seguimos por este nuevo camino hasta cruzar el barranco del Palancar, afluente del barranco de la Hoz por su margen izquierda. Nos desviamos por un sendero hacia la izquierda que nos conduce al conjunto de casas que veníamos viendo desde hacía algún tiempo, las casas del Palancar, actualmente en uso por la Sociedad de Cazadores “la perdiz” de Chera.

Seguimos nuestra andadura por un camino que enlaza algo más arriba con el camino de los Pelados por el que proseguimos hasta una curva que nos ofrece unas vistas impresionantes de la fosa de Chera y de los picos Ropé, de las Nieves y de Cinco Pinos, entre otros. En este punto nos desviaremos hacia la derecha por un sendero con pronunciada pendiente descendente. Quizás sea este pequeño tramo el más técnico de la ruta por la pendiente y la pedregosidad del terreno. En pocos minutos alcanzamos el camino de Chera y hacemos una parada junto a la Fuente de la Puerca, donde se encuentra una microrreserva de flora de 16 Ha. declarada en 2002 (ORDEN de 22 de octubre de 2002, de la Conselleria de Medio Ambiente, por la que se declaran 22 microrreservas vegetales en la provincia de Valencia). Las principales especies de esta microrreserva son: el tejo (Taxus baccata), el arce (Acer granatense), el quejigo (Quercus faginea), la hiniesta borde (Cytisus heterochrous), la cincoenrama de roca (Potentilla caulescens) y el guisante borde (Lathyrus tremolsianus).




Tras refrescarnos con las aguas de la fuente, comenzamos el descenso, por la pista, e inmediatamente pasamos junto al refugio, y algo más abajo nos desviamos a la izquierda para visitar el mirador sobre el embalse y disfrutar de otras fantásticas vistas, además de comprender algo más de la geología de la zona explicada en unos paneles cerámicos que nos enseñan gráficamente las fallas y la geología del terreno. Tras deleitarnos un rato regresamos a la pista y seguimos descendiendo. Pronto nos desviamos por un camino a la derecha que nos conduce hasta el cauce del barranco de la Hoz.





Este tramo final, si bien es algo técnico por transitar por el cauce de la rambla, también es cierto que es el más divertido de la ruta al tener que ir saltando y realizando pequeños destrepes por los bancos de roca del lecho. Aquí podemos disfrutar de la cristalina agua que lleva y de las pozas y pequeñas cascadas, tan apreciadas por los lugareños durante el verano para bañarse. En esta zona, sobre uno de los inclinados bancos calizos del lecho del barranco podremos contemplar una serie de icnitas, improntas del paso de dinosaurios, con formas redondeadas y distribuidas uniformemente.

Seguimos el curso del barranco hasta que enlaza con el embalse de Buseo, y tomamos el camino hacia la derecha. Pocos minutos nos separan del final de la ruta. Volvemos a cruzar la presa de Buseo y en pocos metros llegamos a la casa del pantano.





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