En el siguiente enlace se puede descargar el track de la ruta para el GPS: PR-CV 171 Els Calderons y SL-CV 110 Sender Pas de la Vereda (Cañada y Camp de Mirra).
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Ruta muy completa que transcurre entre los términos municipales de Cañada y Camp de Mira. Se trata del recorrido íntegro del sendero PR-CV 171 y su prolongación por el SL-CV 110. El punto de inicio de la ruta se encuentra junto a las Casas de la Solana, a las que se accede desde Cañada, cruzando la CV-81. Frente a las casas se encuentra el panel informativo del PR-CV 171 Els Calderons.
Comenzamos a caminar hacia el Norte por el camino de las Fuentes, que coincide con el límite del término entre Cañada y Camp de Mirra, y también con el trazado de la Vereda de la Zafra. A unos 2,5 kilómetros del inicio de la ruta llegaremos a un cruce junto al que se encuentra el corral de Galvany. Seguiremos por el que continua recto y dejamos el que sale hacia la derecha para regresar. El camino comenzará a estrecharse para dejar paso a una senda que transcurre junto al barranco Galvany, y que ganará cota poco a poco casi sin darnos cuenta.
Cruzaremos el barranco cerca de su cabecera y alcanzaremos el Altet de les Salves, que recibe este nombre debido a la acumulación de piedras que se iban depositando por todas las personas que pasaban por allí y que rezaban una salve. Desde aquí seguimos hacia el Norte dirección a els Calderons, punto al que llegamos en pocos minutos. Nos encontramos con una balsa tallada en la roca caliza cuya función era la de abrevadero para el ganado que transitaba por la vereda de la Zafra, actualmente mantenida para los animales silvestres.
En este cruce seguimos por el camino hacia el Norte (a la derecha). Pronto llegamos a un nuevo cartel que nos informa del SL-CV 110 Senda el Pas de la Vereda. Almorzamos a la sombra de los pinos junto al cartel y decidimos hacer también el sendero local para completar la ruta. Seguimos las marcas verdes y blancas del SL, muy frecuentes, lo que nos facilita su seguimiento. Pasamos por varios mojones de piedra y alcanzamos el Alto de la Zafra en la Sierra de la Solana. Las vistas desde aquí son excepcionales.
Desde este elevado punto comienza un descenso muy acusado en el que hay que ir con precaución tanto por la pendiente como por la abundante presencia de cantos sueltos. Junto al borde pétreo de la senda veremos un poste metálico que nos indica la existencia de la microrreserva Penya dels Gavilans. Una bajada rápida nos conduce hasta la parte inferior del sendero. Nos desviaremos hacia la izquierda para visitar las ruinas del Tejar de la Zafra. Regresaremos unos metros y seguiremos por el camino para, ahora sí, visitar el punto final del sendero local, el Abeurador Reial de la Safra, lugar donde abrevaban y descansaban los animales conducidos por la vereda de la Zafra. Un ancho pozo y dos abrevaderos hechos de piedra tallada componen, a la sombra de una pinada, una escena idónea.
A partir de este punto viene el tramo más complicado, regresar de nuevo al PR deshaciendo los mismos pasos. El trecho de subida para volver a cruzar la sierra de la Solana es el más duro por el fuerte desnivel, pero una vez arriba, todo se ve de otra manera.
Desde el punto de unión del PR con el sendero local, seguimos por las marcas blancas y amarillas en el tramo circular del PR. El camino pronto circula unas veces por el lecho del barranco del Ramblaret y otras junto a él. Seguiremos por el camino dels Calderons hacia el Sudeste y, tras un largo trecho, pasaremos junto al corral de Galvany. Aquí nos encontramos a pocos metros del primer cruce de la ruta. Desde este enlace de caminos seguiremos hacia el Sur por el camino por el que vinimos, y en unos 2,5 kilómetros llegaremos a las Casas de la Solana donde finaliza (y comenzó) la ruta.
Comenzamos a caminar hacia el Norte por el camino de las Fuentes, que coincide con el límite del término entre Cañada y Camp de Mirra, y también con el trazado de la Vereda de la Zafra. A unos 2,5 kilómetros del inicio de la ruta llegaremos a un cruce junto al que se encuentra el corral de Galvany. Seguiremos por el que continua recto y dejamos el que sale hacia la derecha para regresar. El camino comenzará a estrecharse para dejar paso a una senda que transcurre junto al barranco Galvany, y que ganará cota poco a poco casi sin darnos cuenta.
Cruzaremos el barranco cerca de su cabecera y alcanzaremos el Altet de les Salves, que recibe este nombre debido a la acumulación de piedras que se iban depositando por todas las personas que pasaban por allí y que rezaban una salve. Desde aquí seguimos hacia el Norte dirección a els Calderons, punto al que llegamos en pocos minutos. Nos encontramos con una balsa tallada en la roca caliza cuya función era la de abrevadero para el ganado que transitaba por la vereda de la Zafra, actualmente mantenida para los animales silvestres.
En este cruce seguimos por el camino hacia el Norte (a la derecha). Pronto llegamos a un nuevo cartel que nos informa del SL-CV 110 Senda el Pas de la Vereda. Almorzamos a la sombra de los pinos junto al cartel y decidimos hacer también el sendero local para completar la ruta. Seguimos las marcas verdes y blancas del SL, muy frecuentes, lo que nos facilita su seguimiento. Pasamos por varios mojones de piedra y alcanzamos el Alto de la Zafra en la Sierra de la Solana. Las vistas desde aquí son excepcionales.
Desde este elevado punto comienza un descenso muy acusado en el que hay que ir con precaución tanto por la pendiente como por la abundante presencia de cantos sueltos. Junto al borde pétreo de la senda veremos un poste metálico que nos indica la existencia de la microrreserva Penya dels Gavilans. Una bajada rápida nos conduce hasta la parte inferior del sendero. Nos desviaremos hacia la izquierda para visitar las ruinas del Tejar de la Zafra. Regresaremos unos metros y seguiremos por el camino para, ahora sí, visitar el punto final del sendero local, el Abeurador Reial de la Safra, lugar donde abrevaban y descansaban los animales conducidos por la vereda de la Zafra. Un ancho pozo y dos abrevaderos hechos de piedra tallada componen, a la sombra de una pinada, una escena idónea.
A partir de este punto viene el tramo más complicado, regresar de nuevo al PR deshaciendo los mismos pasos. El trecho de subida para volver a cruzar la sierra de la Solana es el más duro por el fuerte desnivel, pero una vez arriba, todo se ve de otra manera.
Desde el punto de unión del PR con el sendero local, seguimos por las marcas blancas y amarillas en el tramo circular del PR. El camino pronto circula unas veces por el lecho del barranco del Ramblaret y otras junto a él. Seguiremos por el camino dels Calderons hacia el Sudeste y, tras un largo trecho, pasaremos junto al corral de Galvany. Aquí nos encontramos a pocos metros del primer cruce de la ruta. Desde este enlace de caminos seguiremos hacia el Sur por el camino por el que vinimos, y en unos 2,5 kilómetros llegaremos a las Casas de la Solana donde finaliza (y comenzó) la ruta.
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